Honor y Gloria a Julio (César) |
Está claro que cada partido es una experiencia religiosa nueva. Por eso me gusta jugar competición aunque cada día estoy para menos trotes.
Ayer quise matar a mi delegado durante un par de tantos. Cuando acabó el partido tuve que felicitarle porque el marcador le dio la razón. Esto me vuelve a hacer pensar sobre la obediencia que le debemos a los Delegados. Y que si yo mismo, acostumbrado a dar órdenes, me revuelvo contra una decisión de ellos, ¡qué le ocurrirá a quien nunca haya sido delegado!
Pero bueno, una vez entonado el mea culpa, os describo la situación de la manera más breve posible. Jugaba con un chavalillo (15 años) que puede llegar a ser un fenómeno. Perdimos el primer set, dando guerra, pero con pocas posibilidades. El segundo, con mi compañero bastante más centrado - él jugaba detrás - apuramos más el tiempo pero menos el marcador. Íbamos perdiendo 12-6. De repente oigo a mi delegado decir: ¡¡Cambio!!! Me quedé helado. ¿Qué más daba? Ya estábamos perdidos.
Sale un jugador de nuestro club bastante más maduro. Como hacía un frío y un aire que pelaba, le costó entrar en juego. ¿Cuánto? hasta el 14-10. Yo aún pensaba salir del frontón y decirle al Delegado que cómo se le ocurría. No porque no fuera adecuado sino porque era totalmente a destiempo (mejor dicho, fuera ya de todo tiempo pues el partido estaba perdido). No obstante, me centré en el partido. No era el momento de pensar en otra cosa.
Bueno, pues ganamos ese set 14-15 y el siguiente, 9-10. Vamos, partido para recordar. Por supuesto, le llamé loco (cariñosamente) a mi delegado, le pedí disculpas por lo que pensé hacerle tras su decisión y le felicité por el partido ganado.
Julio sólo me dijo una cosa que me obligó a inclinar mi cabeza frente a él y darle la razón: "Javier, yo les veo en los entrenamientos durante la semana. Sé lo que pueden hacer".
Honor a Julio (César) por esta lección de conocimiento.
Tuve la suerte de ver esa partida. Suscribo la crónica y pese a que mi equipo perdió la partida disfruté viéndola al máximo. Fue una mezcla de juventud con veteranía. Chapeau. Haciendo afición! Grande Javier!!!!
ResponderEliminarJorge Fuentes
Gracias Jorge, la verdad es que me lo pasé pipa. Eso sí, acabé muerto. Pero el espectáculo estuvo bien porque el marcador tuvo muchas alternancias y la deportividad reinó en todo momento. La veteranía de Nacho ayudó mucho. ¿Quién representaba la juventud? Je.
EliminarUn saludo, nos vemos por las pistas.
Javier, parece mentira que tú te intentaras rebelar contra tu delegado por una decisión así, !pero si esa decisión la podrías haber dado tú mismo! :-). Lo digo porque son decisiones de las que tu tomas. Lo que está claro es que no es fácil aceptar indicaciones de un técnico pero es más que necesario (es fundamental) aprender a hacerlo. Un abrazo
ResponderEliminar¡Pues eso es justamente lo que me recrimino! El jugador debe estar en la pista para desarrollar el juego, no para poner en duda las decisiones técnicas. Una vez finalice el partido, y sólo entonces, podrás "discutir" con tu técnico.
ResponderEliminarHe visto a muchos jugadores poner en duda las instrucciones a mitad de un partido. Normalmente, tienden a perder. Este es un error que no me gusta cometer.
Gracias Jesús por venir a vernos por aquí.
Ante todo ... GRACIAS JAVIER !!! ... por compartir esta experiencia con tod@s. La confianza en los jugadores es fundamental, probablemente de 10 veces que hiciésemos el cambio indicado, solo una sería fructífera, y no por falta de confianza, sino por que existen muchas variables que pueden poner en "riesgo" el resultado .... pero no sé si pensaste que "el resultado" era lo de menos? ... lo que estaba en juego era "la lucha" ... el "no desistir en el empeño" ... esa lección "moral" de que "se puede" aunque todo/tod@s nos indique/n lo contrario, aunque los jugadores bajen la cabeza, la grada deje de animar, las pelotas no vayan, el arbitro se equivoque en una bola ...etc, etc ... Sinceramente, mantengo lo dicho aquel momento... Sabes que no soy el delegado o entrenador "al uso" , pero intento ser fiel a mis pensamientos y convicciones, mi confianza en tí y en Nacho eran totales ... simplemente VOSOTROS lo hicisteis posible. Únicamente hice de espejo (esto seguro que te suena)
ResponderEliminarUn Fuerte Abrazo !!!
Julio