La mano tonta de dios

El otro día nuestro amigo Administraitor nos planteó una interesantísima cuestión. Decía, a grandes rasgos y si no le he entendido mal, que lo importante en Frontenis es sentirse uno con la pelota. Y en efecto, estoy de acuerdo con él. Hay ocasiones en que en el transcurso de un partido sientes que dejas de pensar, que tu juego no lo diriges tú sino que te viene inspirado por alguien de fuera, por alguien que te maneja y te hace jugar cada tanto de manera perfecta, intuitiva, e inmejorable. Yo a eso le llamo “la mano tonta de Dios”. Siento que la pelota va a su lugar en cada momento, que le estoy haciendo daño al contrario. Vamos que se juega en éxtasis. Deseas que esos instantes no acaben nunca. Eres el elegido.

Otros le llaman intuición o suerte o lo que sea. Pero no nos equivoquemos. Eso sólo ocurre cuando eso que estamos haciendo de manera inconsciente se ha entrenado, se ha practicado, se ha visualizado. No hay detrás un don. No eres protegido de los ángeles. Es el resultado perfecto de una combinación de entrenamiento, más esfuerzo, más dedicación, más análisis, etc,etc.

Lo mejor de todo es que ese estado es posible provocarlo. Existe un método, el de los anclajes. Con esto, lo que en un momento determinado ocurre ocasionalmente puedes hacer que suceda de manera más habitual. Con una frecuencia que llega a sorprender.

La cabeza juega un papel importántísimo en nuestro deporte, y en la vida, por supuesto. Entrena tu mente al igual que lo haces con tu cuerpo, entrena esa máquina perfecta de la que tú eres único y máximo responsable.

La caja de herramientas

No puedo evitarlo, lo siento. Esta entrada no es mía. Es de uno de los lectores habituales de este blog. Concretamente de Jose Carlos. Me ha parecido genial como metáfora. Explica y resume perfectamente lo que intento transmitir desde esta bitácora. Y aunque en esta entrada quería hablar sobre una propuesta interesantísima de "Administreitor" sobre "ser uno con la pelota" creo que me disculpará si lo dejo para la siguiente. Ahí va lo que nos ha contado Jose Carlos. (Cada día escribe mejor, por cierto). Gracias Jose y perdona el plagio total pero es que tu nota merece un lugar destacado.

Para mi los deportistas (¡y los que no también!) es como si tuvieran una caja de herramientas que las van usando según las situaciones y sus preferencias.

Esa caja puede estar más o menos llena de herramientas y las que tiene pueden estar más o menos usadas y en buen o mal estado de uso.

Los entrenamientos son para, además de disfrutar, ir incorporando nuevas herramientas, aprender cómo, cuándo y para qué se usan, ajustar y poner a punto las que todavía no dominan y mantener en buen uso sus preferidas.

Para llevar a cabo todo lo anterior, hace falta un entrenamiento planificado buscando una serie de objetivos y un entrenador que objetivamente proponga y corrija a los jugadores con ejercicios y situaciones apropiadas de forma repetitiva, que de alguna manera sea insistente (vulgo pelma) hasta la saciedad y no ceda en las pretensiones de la mayor parte de los jugadores que lo que de verdad les gustaría es convertir el entrenamiento en una pachanga, más o menos seria / competitiva, de partidos.

Cuando los entrenamientos se convierten en una sesión continua de partidos, a todos nos sale la vena competitiva y el objetivo se convierte en ganar, lo de aprender y mejorar pasa al último plano allá por donde se pierde el horizonte. Para ello empleamos nuestras herramientas preferidas con nuestro estilo habitual que es con el que más cómodos estamos y en el que más confiamos. No hay espacio si quiera para hacer ajustes y ya de incorporar nuevas ni hablamos.

La perversión del método (o no método) es cuando además aplicamos lo del “rey de la pista” (quien gana sigue jugando). Con esto fomentamos la competitividad y una de las consecuencias es que quien más necesita progresar (en principio los que pierden sistemáticamente) es quien menos practica, ¡el colmo!

Volviendo a Pepe Gafuerte, si miramos dentro de su caja encontramos un buen conjunto de mazas, martillos pilones y similares. Su preferida es la maza de 20 kilos que ni el mismísimo Thor puede con ella y la verdad es que cuando más disfruta es echando paredes. De hecho tiene buenas marcas en metros lineales derribados por minuto, pero muchas veces se acaban las paredes y lo que toca es arreglar un televisor. Mira dentro de su caja y lo más apañado que encuentra es un martillo de carpintero y empieza el arreglo tratando de abrir la tapa con la punta de sacar clavos. El resultado suele ser siempre el mismo ¡un desastre!

Él sabe que tendría que ir a una ferretería y empezar por comprarse un juego de destornilladores, pero mira un poco a lo lejos y vuelve a ver “más pared”. Se le alegra la cara y para olvidarse del reciente fracaso coge una maza en cada mano y va como loco “a la faena” que es lo que le hace feliz.

Pepe, sus tres compañeros, que tampoco “se salvan”, y todo el mundo necesitamos un entrenador que no sea un mero “canchero” y ejerza de tal “con fundamento” (nos proponga “comprar” nuevas herramientas, a cada cual las suyas), nos anime, nos haga perseverar cuando nada funcione (todo el que lo intente pasará por este punto) y nos susurre al oído mensajes que nos indiquen el camino y sirvan de acicate ¿Cuál podría servir para Pepe? Pues yo creo que, como dicen los navarros, “más vale maña que maño” podría servirle.

A dos por hora

Partido de entrenamiento (porque se ve que no hay otra manera de entrenar). Ocho de la tarde.

Inicio del mismo. Los delanteros en el cinco y los zagueros en el siete. Comienzan los pelotazos. Más de lo mismo. Lo de siempre. Me aburro. Eso ya lo conozco. Voy a ver si hoy me divierto un poco más.

Llamo la atención de Pepe Gafuerte. “Oye Pepe, puedes hacer lo mismo pero sin pegarle a la pelota, que le vas a hacer daño?” Gafuerte me mira y no entiende. Vuelvo a preguntar: “Que si puedes hacer mates o llevar la pelota atrás sin pegarle tan duro…” me mira a mí y mira a sus compañeros de partido. Los otros tres callan. Ya me conocen. Espero que Pepe piense la respuesta. Mientras lo hace hay un silencio total. Los segundos se alargan. Tiene que contestar. Espero. El enrojece y suda un poco. Le aguanto la mirada. Al final en tono bajo, como pidiendo perdón, dice: “Es que no sé”.

Aquí me toca levantar la voz, más que nada por darle ambiente a la situación. “!Pues Pepe, por eso mismo te lo pido. Estás entrenando. No estás jugando partido de competición. Prueba las cosas que no sabes, amplía tu juego. Si pierdes este partido no pasa nada. Es peor no aprender nunca nada! Entra ahí y empieza a “tocar” la pelota. Intentalo…”

Pepe Gafuerto, bruto pero bueno, lo hace. Pasa cinco minutos horrorosos. La pelota le va hacia ninguna parte. Al cabo de un rato, de repente, una bola sigue la trayectoria deseada. Incluso hace el tanto. Me mira y sonríe. Yo doy por bueno el entrenamiento. Hoy me he divertido. Y por la cara de Pepe, él también.

Veremos dentro de dos meses si esto le sirve para algo. Yo creo que sí.

Hoy nos toca curso

El pasado sábado día 4 de septiembre se celebró el clinic de perfeccionamiento de Frontenis organizado por Todo Frontenis en el Club Valenciano deNatación. Nos encerramos con ocho alumnos –ocho- de diversas ganaderías (ulps, perdón procedencias).

Para qué negarlo, me lo pasé pipa. Durante ocho cortas horas, en jornada de mañana y tarde, le pegamos una buena revisión a la ejecución técnica de golpes de Frontenis con pelota preolímpica (más comúnmente VIP).

“Bajo un sol de justicia, con el sudor perlando las frentes y los rostros congestionados …” Bueno, al grano. Hizo un día maravilloso, el tiempo se portó bien y nos permitió incluso bañarnos en la piscina.

No paramos ni un minuto, los alumnos hicieron sus deberes y mantuvieron constantemente la atención. Esto último no es fácil porque ocho horas son muchas. Pero está claro que tenían ganas. Así que hablamos mucho de Frontenis, discutimos mucho sobre los golpes, trabajaron durísimo y se llevaron un montón de notas.

Lo importante para ellos comienza ahora. Han sumado nuevas posibilidades a su juego. Pero es a partir de mañana cuando deberán esforzarse para llevar estas prácticas adelante.

Me han demostrado que su afición al Frontenis es bárbara porque algunos de ellos se levantaron antes de las seis de la mañana para llegar a tiempo. Otros se comieron más de quinientos kilómetros (ida y otros tantos de vuelta) sólo para intentar comprobar si podían aprender algo más. ¡Hay que tener afición!

Os dejo alguna nota de las opiniones que les ha merecido el curso. La verdad es que me emociona leerlas:

“El viaje de vuelta estuvo bien, como iba solo y tranquilo me dio tiempo para ir pensando en todo lo vivido durante el dia. Hubo momentos para pensar que ya no iba a jugar nunca más a esto y a qué habia estado jugando yo los últimos 15 años, pero pronto volví a mis cabales y fui intentando programar cómo serán los próximos entrenos.
La verdad que para mí ha sido la primera vez que alguien me ha aconsejado como golpear o como colocarme y la verdad que necesitaré tiempo para introducir todos los cambios, pero asi son los retos. También llegué a pensar cuando empecé con la vip que no jugaría nunca igual que como con la penn y ahora no quiero ver la penn ni de cerca...
Hoy empezaré a intentar poner en práctica todos los consejos que nos diste y que con un muy buen acertado criterio hiciste que apuntáramos. Creo que eso fue uno de las mejores aspectos del curso…”

“Muchas gracias por el curso y tu paciencia, personalmente me ha venido muy bien, es lo más profesional que he hecho en este deporte, ya que hasta hace 4 años me dedicaba a pegar bolazos con la pen, el curso me resulto ameno y agradable. Ya he leido el libro y me ha gustado mucho, ya estoy esperando una segunda edición más técnica donde se detallen los golpes...etc..”

“Ha sido un placer haber participado en este curso, me lo he pasado muy bien trabajando en un deporte que me gusta, aprendiendo golpes nuevos que pondré en práctica sin dudarlo. Hoy no he parado de pensar en el curso, golpes, posiciones, la gente, el club todo. Ha sido una experiencia muy buena que estoy seguro que voy aprovechar al máximo en mis entrenamientos y estaría dispuesto a realizar otro curso,

Otra cosa, es usted una persona muy cachonda, me ha hecho reír muchísimo, la forma de explicar y dar las opiniones. Usted sabe mucho de frontenis y le da ese toque de humor que para mi es fenomenal porque hace que la gente trabaje y se lo pase bien”

La verdad es que hacer un curso así de duro y que salga casi bien, es un orgullo. Y más cuando sientes que ha habido “feeling” con los alumnos. Y eso que ha habido voces, toques de atención, discrepancias, etc. Pero estos alumnos son de diez. Han aguantado carros y carretas.

Algunos también nos comentan la posibilidad de tener más bolas en el frontón. Tal vez tengan razón pero no quería tener ocho bolas rodando permanentemente por la cancha. También me dicen que les hubiera gustado jugar algún partidillo con correcciones. Sólo quiero decir en nuestro descargo que eso será objeto de otro nivel que ya tenemos en mente. Incluso nos piden que el curso se prolongue hasta el Domingo por la mañana. Pfff, agotador para todos, o sobre todo para mí que ya empiezo a estar mayor. Amén de que son muchas cosas para meter en la cabeza en una sola jornada. Y la base de todo este curso empieza al dia siguiente de volver a sus frontones. Pero bueno, igual para Pascua o el verano que viene nos atrevemos con tres o cuatro dias seguidos de Frontenis (es una broma).

Os dejo un enlace para que veáis un montón de fotos que tuvo la amabilidad de realizar nuestro amigo Ignacio López del Club Valenciano de Natación – Nacho para los amigos.

http://picasaweb.google.com/117243912296455607672/CursoFrontenis04092010?feat=email#

Finalmente agradecer la colaboración desinteresada de Nacho, Javi, Julio, Jose Carlos, y Jesús, pues sin ellos toda esta locura de Todo Frontenis no hubiera sido posible. Y por supuesto, agradecer la amabilidad del personal del Club Valenciano de Natación que en todo momento ha estado pendientes de nuestras necesidades.