Tras la resaca del Mundial volvemos a la rutina diaria. Es muy difícil acostumbrarse de nuevo. Cuando has estado en un frontón con más de mil asientos para el público que durante varios días han estado totalmente ocupados, estar de nuevo en tu cancha, en tu frontón, con los entrenamientos y saber que hasta dentro de cuatro años no se vuelve a repetir el acontecimiento, se hace duro. El calor y el color de esas gradas se te queda pegado en la retina y da mono. Piensas por un momento en los deportes llamados mayoritarios que semanalmente tienen un seguimiento masivo, en los deportistas, mimados hasta límites insospechados, en los cuerpos técnicos, con todos los medios a su alcance y te ves a ti allí, con la raqueta en la mano, tratando de transmitir algún conocimiento e invitando a tus jugadores a que se preparen para algo que ellos no han vivido y que cuesta de explicar. La vida del técnico de frontenis es así de dura.
Pero en la primera instrucción que tus jugadores cumplen, con la primera sonrisa de satisfacción por algún pequeño logro conseguido, todo vuelve a coger sentido. Te animas y transmites ilusión, vuelves a encontrar fuerzas para afrontar el duro camino de la enseñanza, sabes que tal vez ahí, entre ese grupo de deportistas, está quien será capaz de coger tu testigo y disfrutará tanto como tú con este deporte. Sólo por esto vale la pena todo.
Pero en la primera instrucción que tus jugadores cumplen, con la primera sonrisa de satisfacción por algún pequeño logro conseguido, todo vuelve a coger sentido. Te animas y transmites ilusión, vuelves a encontrar fuerzas para afrontar el duro camino de la enseñanza, sabes que tal vez ahí, entre ese grupo de deportistas, está quien será capaz de coger tu testigo y disfrutará tanto como tú con este deporte. Sólo por esto vale la pena todo.
!Que te quiten lo bailao! :-)
ResponderEliminarNo te engañes, ahora empieza lo bueno... :-). Tu eres el protagonista.
Un abrazo y ánimo
Es sano para la mente y el corazón tener sueños e ilusiones, pero ilusos hay pocos y todos sabemos que los mundiales son como un cometa que pasa cada 4 años. Hay que vivirlos, disfrutarlos, que dejen un buen recuerdo y muchos retos y cuestiones abiertas a comentar y debatir para los próximos 4 años de travesía del desierto.
ResponderEliminarIncluso para esos deportes mayoritarios a los que te refieres y que están bastante más acostumbrados a los grandes eventos, un mundial es algo especial e irrepetible, aunque creo que tienes razón al señalar que en nuestro deporte la vuelta a la normalidad deja un gran vacío.
Después de la resaca nos queda nuestro frontenis del día a día que, salvo en contadas ocasiones, es un deporte de FANs (Familia, Amigos y Novi@s) que apenas da para ocupar una pequeña parte de las gradas que de por si no son de un gran aforo (bueno, creo que en Bilbao están acabando un frontón para unos 2.800 espectadores).
De todas maneras, de esos jugadores saldrán los que dentro de 4, 8, 12, … años disputarán los mundiales. Si entrenas un grupo que tenga ganas e ilusión (si tienes a algún futurible mundialista te motivará más, pero no es condición necesaria) disfrutarás con ellos, si no te volverás filósofo, lo cual tampoco está mal para andar por la vida.