Estimados amigos:
Es un placer, una satisfacción y un descanso (me ayuda a trabajar menos) presentaros una nueva parábola de Jose Carlos. Anteriormente ya nos ofreció "la caja de herramientas" - podéis verla en la sección de "los mas leidos" - y tuvo (tiene) una gran acogida. Esta vez da una vuelta de tuerca más a la psicología del entrenamiento. Trata de poner luz a esas zonas oscuras que tenemos los deportistas. Disfrutarla.
Pd.- A Dinamita Rocky ya le pillaré. Por su culpa aún estoy riéndome desde ayer. ¡Vaya blog descacharrante que tiene (por su fondo y su forma). Humor, hmmm...¡qué arte tan difícil! Os adelanto que la próxima entrada en este blog tratará sobre Julen Amorado.
LA ZANJA by Jose Carlos
En los comienzos cualquier esfuerzo que se haga, independientemente de su dirección, reporta avances significativos y a corto plazo, pero “la pregunta del millón” viene a continuación, ¿cuál es el siguiente paso? Pues …. seguir dedicándole tiempo y esfuerzo. Esto no varía, ya lo hemos dicho y no queda otra. La diferencia la marca en qué o a qué dedicamos ese esfuerzo.
Hay muchos que caen en “el síndrome de la zanja”. Como el esfuerzo dedicado en alguna área concreta les ha reportado progreso y satisfacción, siguen invirtiendo en lo mismo. Se aferran a lo que les ha funcionado y parece que no conciben otra manera de mejorar. Se esfuerzan más y más, trabajando duro pero sin darse cuenta que recorren el mismo camino de ida y vuelta y que cada vez hacen más huella, se van hundiendo más y más hasta que no se les ve ni la cabeza y pierden de vista el resto del horizonte.
Dentro de los que viven en las zanjas, yo distinguiría tres grupos: los inconscientes satisfechos (creen que lo están haciendo bien y no conciben otro frontenis), los especialistas (son conscientes de que habitan en la zanja, pero buscan explotar esas virtudes. Son un verdadero peligro si en un partido te “enredan” en su juego) y los insatisfechos (estos quieren progresar pero insisten en lo mismo en busca de “esa mejora” que nunca acaba de satisfacerles por completo).
Hay gente que disfruta y vive feliz estando en su zanja, independientemente de cual sea. Es el tipo de frontenis que les gusta, con el que disfrutan y no echan nada en falta. ¡Fenomenal!, estamos en esto para disfrutar. Pero para los “insatisfechos” que se esfuerzan sin obtener los resultados deseados, yo les planteo el siguiente paradigma:
“Siempre que pasa lo mismo y yo respondo con lo mismo, el resultado es siempre el mismo”
y estábamos en que el resultado no nos gustaba del todo ¿no? Es por ello que a este grupo (a los otros también, seguro que disfrutarían incluso más) les propongo que levanten la cabeza y sean conscientes de que hay “mucho más campo que explorar y recorrer fuera de su zanja”.
De las zanjas, la más conocida, y la más peligrosa (la que más “engancha” y la más difícil de salir, debe tener algún lado oscuro que atrae), es la de la fuerza / potencia. Para sus “habitantes”, el pegar más fuerte es la única o más rentable manera de progresar, pero la mayoría de ellos hace ya tiempo que “pegan” de sobra como para darle la velocidad y atrasar la pelota más de lo, en buena lógica para el resto de mortales, necesario. Si aún no están satisfechos, igual lo que falta no es más fuerza si no “solamente todo lo demás”.
A los de este grupo les recordaría una de las frases que repite Javier:
POTENCIA SIN CONTROL = EMBARAZO SEGURO.
Para finalizar, “mi visión” (después de semejante “filílica” toca mojarse) sobre cual podría ser la manera más lógica de progresar es:
1º CONTROL, luego VARIEDAD y por último POTENCIA
Fuera aparte de las aportaciones propias de las dos primeras fases, estas sirven de catalizador para cuando pasamos a
Cuando se generaliza es cuando se cometen más errores, pero yo incluso iría más lejos y diría que los que empiecen por la potencia van a tener más dificultades para completar “su frontenis” y van a tener durante algún tiempo un handicap en contra en las competiciones que disputen.
Que “la fuerza” nos acompañe, si … ¡pero que no sea lo único que llevemos en la mochila para este viaje!
Jose Carlos,
ResponderEliminarMe gusta más que la "Caja de Herramientas", que ya era, de por sí, muy esclarecedora e ilustrativa.
Felicidades
Me alegro Javier,el post es para meter a un personaje mas.. Colombo (es aquel jugador que acostumbra a preguntar a jugadores expertos para que le ayuden en su progreso o su zanja o estancamiento para salir de el y resolver el caso y al principio como en la serie Colombo va cayendo bien pero.. con tanto interrogatorio el jugador experto se va poniendo nervioso a medida que se adentra en la ejecucion hasta que el mismo jugador ya no sabe que responder y se da cuenta que no sabe explicar como se efectua el golpe al igual que en la serie queda atrapado por Colombo
ResponderEliminarEn efecto, General. Acabas de dar con la clave maestra de este asunto y de este blog. Todos hemos practicado frontenis por intuición. A base del sistema prueba-error. Las escuelas de frontenis hacen que este método sea obsoleto. Allí se racionalizan todos los golpes, se explica el porqué de cada uno de ellos,se lleva al consciente cada una de las jugadas, se estudia para finalmente hacer que se todo esto parezca algo intuitivo e inconsciente. Pasa lo mismo en todos los deportes. Y al final, la mejora es más rápida y los resultados son excelentes. Por esto existe este blog, ese es el camino que quiero recorrer. Demostrar que el frontenis es tan científico como puede ser cualquier deporte de los grandes. Y es un buen método para disfrutar aún más de nuestro frontenis. En fin, me es un poco difícil de explicar pero sé que Colombo nos dará las claves.
ResponderEliminarUn abrazo
Gran post Javi.
ResponderEliminarKillo
Javi tengo algo que decirte, antes que nada, estoy totalmente de acuerdo contigo, pero he estado pensándolo y practicándolo, y no puedo evitar el pensar que la potencia en la preolímpica hace muchísimo. Es como si intentáramos ganar una partida de olímpica sin rebanadas y sin cortar la bola...
ResponderEliminarYa pondré yo comentarios la semana ke viene en estos 3 post ke son muy atractivos y me interesan mucho, sino estoy de resaca, ahora no puedo llevo unas semanas liado con examenes y solo puedo leeros y rápido, actualizar un poco el blog de mi equipo y poco mas.
ResponderEliminarUna cosa último comentarista en bolín vale llevas razón, pero en la pre no estoy de acuerdo lo mas importante es meter todas las bolas en el campo, y si ya obligas al contrario pegando fuerte las bolas donde hace daño o arrimando la bola a la pared mejor ke mejor, pero lo importante es no fallar bolas, sobre todo fáciles.
Un saludo a todos
Javier, creo que es difícil no estar de acuerdo contigo cuando afirmas que el frontenis es tan científico como lo puede ser cualquier otro deporte. Tan sólo por analogía deberíamos aceptar que es posible. El que la mayoría no sepamos “formular” sus principios y desarrollarlos, no quiere decir que no existan / que no se pueda. De hecho, la mera observación de que en algunos sitios y escuelas se progresa más rápidamente y su nivel medio es claramente superior al de otras, deja claro que hay algo (o mucho) de cierto en tu afirmación.
ResponderEliminarComo ciencia yo lo enmarcaría dentro de las ciencias sociales, a pesar de que algún comentario de mi post pueda indicar lo contrario. Bajo esta perspectiva y con el afán de poder dotar al tema de esta entrada de cierta credibilidad cuasi científica, cabría decir que La Zanja se corresponde con la tan común “Ley de Rendimientos Decrecientes”. Es decir, que para obtener avances o mejoras similares hay que invertir o esforzarse cada vez más o, lo que es lo mismo, si enfocamos los entrenamientos en un único aspecto, las mismas horas de dedicación semanal nos reportan cada vez progresos menores.
También podemos encontrar la peligrosidad de Las Zanjas reflejada en otro de los principios básicos de una de las ciencias sociales (la economía) que dice que para minimizar riesgos hay que diversificar las inversiones (o lo que se ha dicho toda la vida, no pongas todos los huevos en la misma cesta). El paralelismo sería que te busques unas cuantas zanjas interesantes, que las trabajes todas y que no dejes de empezar una nueva de vez en cuando.
Si de mi entrada alguien entiende que digo que la potencia es prescindible, aclarar que no era esa mi intención. No debería ser nuestro único argumento, pero está claro que tiene su importancia y que dependiendo del tipo de pelota y de frontón, tendrá mayor o menor relevancia.
Por último no quiero acabar sin decir eso de “¡vamos Javier, que al menos ya somos dos!”.