Aquí os dejo la segunda, y última, parte del relato que empezó en el post anterior. Espero que os guste.
-¡Hirónicus!, ¿que has hecho?
- Concederte el deseo mi amo.
-¡Pero no era esto, no era así!
- No te entiendo amo, has quedado Campeón del Mundo y pasarás a la historia.
Pepín no quiso discutir más tal vez por no tener que oír explicaciones que no le iban a gustar. Tomo una decisión.
-¿Puedo pedir otro deseo?
-Por supuesto - Hirónicus se sintió aliviado pues necesitaba ir haciendo méritos para alcanzar su grado de Gran Genio.
- ¡Quiero ser famoso y conocido en el mundo del frontenis! – afirmó con rotundidad Pepín. Hirónicus se tomó esta vez más tiempo para meditar. Tenía la sensación de que su actual amo, Pepín Tamalo, no estaba muy contento con su anterior actuación. Y los informes tenían que ser buenos. El fútbol le esperaba.
-¡Concedido!
De nuevo se vio rodeado de esa neblina densa que hizo desaparecer todo lo que había a su alrededor. Esta vez el marcador, con más lentitud, reflejó sus cifras, pero ahora en orden ascendente…2009,2010,…, Pepín estaba más tranquilo que en el cambio temporal anterior. Ir hacia delante, hacia el futuro, daba tiempo a asentar sus tareas como jugador de frontenis, buena señal.
Tras alcanzar el 2018 el contador de años se detuvo. Pepín ya sabía que debía esperar a que la niebla se disipara. Poco a poco vislumbró su entorno.¡No puede ser, no puede ser! Distinguió con claridad el diminuto habitáculo en que se encontraba. La luz proveniente de la pequeña ventana protegida por una reja, le hizo comprender que estaba encerrado en una celda carcelaria. Abatido, se apoyó en la pared, y lloró. ¡Esto es una locura!
Oyó pasos fuera de la celda
- ¡Oiga, oiga!
- Ya voy, Tamalo, venía a verte. Te traigo el periódico de hoy. ¡Vaya algarabía que has montado!. Ahí fuera está lleno de periodistas y cámaras de televisión esperando alguna noticia sobre ti. La foto de portada no te favorece.
Pepín se quedó pasmado. Allí estaba él, eso sí, más avejentado y desaliñado, vestido con ropa deportiva. Leyó el artículo con verdadera ansia.
Madrid, 28 de Mayo de 2018
Pepín Tamalo, el asesino del frontenis
Ha sido detenido el jugador de frontenis Pepín Tamalo, que en el transcurso de una trifulca mató a un hombre y envió al hospital a varios. El arma homicida, una raqueta, se encuentra en el depósito del juzgado de 1ª instancia de la capital.Pepín Tamalo, jugador del Club Frontenis La Panda, disputaba ayer Sábado el partido de frontenis decisivo para la permanencia o el descenso de su equipo en tercera categoría, contra el Frontenis Club Madriles. Tras perder el encuentro, Pepín salió del frontón para dirigirse al vestuario. El mismo espectador que durante el partido, y en varias ocasiones, había estado gritándole: “¡Abuelo, que ya estás mayor, retírate!” aprovechó que Tamalo pasaba por su lado para seguir con sus gritos: “Abuela, que ya se veía venir, has arruinado a este club, deja paso a los jóvenes, ya te deberías haber retirado…” A pesar de que Pepín Tamalo hizo caso omiso a las voces, el espectador le siguió increpando. De repente, el jugador giró sobre sí mismo y sin mediar palabra, levantó la raqueta y le dio con ella un fuerte golpe en la cabeza al incitador. Seco, duro, sin contemplaciones. El hombre cayó desplomado. El público, al verlo, se lanzó sobre Pepín quien siguió repartiendo mandobles a diestro y siniestro. El resultado, un muerto y siete heridos.Preguntados sus compañeros de equipo, todos destacan que a pesar de sus prontos y mal carácter en algún momento, nadie esperaba lo ocurrido. Sí que se ponía un poco bravo al no ser alineado pero llevaba en el club muchos años y no querían hacerle de menos. Este año pensaban retirarle y no, no le habían dicho nada pero era bastante posible que alguien le hubiera avisado. Por eso quiso jugar este último partido. No pudimos decirle que no. Nos equivocamos. Esto ya no tiene vuelta atrás. Ya ve el resultado de todo esto: ¡Hemos descendido!
Tras leer la noticia, Pepín quedó abatido. ¡No era posible! ¿Cómo había llegado hasta allí? Años de dedicación a este deporte para acabar así, perdiendo en las últimas categorías contra el Club Madriles…¡Dios mío, qué locura!
-¡Hirónicus, Hirónicus, canalla, ¿donde estás?!
Pepín vio debajo del catre el reflejo que ya conocía de la lámpara maravillosa. Se abalanzó sobre ella y la frotó con ímpetu. Quería salir de allí cuanto antes. El proceso de aparición de Hirónicus ya lo conocemos.
- Hola mi amo, ¿estás satisfecho conmigo?
El amo pensó que si en ese momento hubiera tenido la raqueta asesina en la mano, le hubieran enviado directo al infierno. Tal vez ese fuera el castigo por matar genios de la lámpara maravillosa.
- ¿Pero que has hecho conmigo?
- Lo que tú me pediste, hacerte famoso. Ahora te conoce todo el mundo del frontenis.
Pepín deseó hacer desparecer a Hirónicus pero entonces se quedaría allí para toda la vida, encerrado. Respiró hondo, meditó un ínstante y dijo:
- Por favor, Hirónicus, quiero olvidarme de triunfos, de medallas, de reconocimientos, sólo quiero disfrutar con esto del frontenis que es a fin de cuentas lo que siempre deseé y…dejar alguna huella, aunque sea pequeñita…Esta vez el genio no dudó. De inmediato, sorprendiendo a Pepín, gritó con fuerza:
- ¡Concedido!
Tras el mágico proceso de la niebla, de la pérdida de visión de los alrededores, el marcador y todo eso que ya nos es habitual, Pepín se vio de nuevo en su vestuario, en el que se abrochaba las zapatillas. Estaba sólo. Terminó de atarse la segunda, para evitar lesiones, y abrió la puerta del vestuario que daba acceso al frontón, esperando ver a sus compañeros de partido. Pero le recibió un vocerío de animosos e ilusionados chavales de varias edades
- ¡Venga profe, que hoy llegas tarde! ¿Hoy jugamos partidillos?
Pepín sonrió. Entendió perfectamente lo ocurrido. Con voz atronadora se dirigió a los jóvenes y les dijo:
-¡De partidos nada! Vamos a entrenar en serio. Así que de entrada, dejar las raquetas y a correr. El camino en el frontenis de competición es muy duro. Nos queda mucho camino por andar.
FIN