El diccionario de la Real Academia Española en su tercera y cuarta acepción define la palabra mito como:
3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima.
4. m. Persona o cosa a las que se atribuyen cualidades o excelencias que no tienen, o bien una realidad de la que carecen.
En el Frontenis, en el deporte y en la vida en general, podemos afirmar que los mitos son positivos cuando nos ayudan a mejorar nuestra actividad. Los tenemos como reflejo de un ideal que queremos alcanzar y nos sirven de estímulo para alcanzar nuestros objetivos.
Pero el problema viene cuando el mito se transforma en un bloqueo personal. Dentro de nuestro deporte todos tenemos un “mito”, un frontenista idealizado en mayor o menor medida que imitamos y que nos estimula a mejorar. Le tenemos como ejemplo y nos sirve como fuerza de empuje. Hasta que llega un momento en que estamos capacitados física y técnicamente para mejorarle. Pero la cabeza no nos funciona. Tantas veces ha sido nuestro ideal que, con ese golpe de humildad mal entendida, pensamos que con darle guerra en un partido es suficiente. La meta que nos satisface no es ganarle, sino que consideramos que el objetivo queda alcanzado con hacerle el mayor número de tantos posibles. Juegue el “mito” bien o mal. Y por eso llegan los finales de partido y los partidos caen a su favor. Por poco pero siempre a su favor. Y el proceso de autoconvencimiento de que es posible ganarle es largo y nos hace sufrir. Más de lo que sería conveniente. El mito lo sabe, lo intuye, y “abusa” de ese punto de superioridad.
Si insistimos en el proceso de mejora al final el mito será derrotado, seguro. Y nos pondremos otras metas, también seguro. Y tendremos otros mitos. Eso no hay quien lo dude. Pero hasta que esto llega dejamos atrás muchos esfuerzos baldíos y nos ponemos muchos bloqueos.
Está bien tener un mito pero también debemos saber cómo enfrentarnos a él. Hay métodos, hay sistemas que nos ayudan a que, en el momento adecuado – no antes, no después – derribemos ese muro y veamos otros caminos, nuevas luces.
Piensa cuáles son tus mitos, tus miedos, tus bloqueos y límpialos. Serás más feliz en el Frontenis, en el deporte,… en la vida.
(me cague encima,perdon por el lenguaje pero es asi)fue el sincero testimonio de Ernest Gulbis despues de ganarle a Roger Federer por primera vez, acentuando el interrogante que rodea su carrera... este tio tiene 2 caras, al hilo de este post sigue siendo para mi una incognita bien podria ser la cara rota de la foto de inicio del post verdad? a mi me gustaria que analizaras a este jugador.. arreglando este arreglas todos como entrenador que no?..
ResponderEliminarJeje lo de Gulbis es extraño tiene mucha tecnica pero juega a impulsos, puede ganar con cualquiera y perder con cualquiera, yo creo ke para jugar contra los mitos hay ke jugar agresivo matando bolas y sin miedo a veces la gente juega encogida para no hacerles daño, yo he jugado en preolimpica 2 veces contra cracks de nivel muy bueno de honor de Madrid, la 1ª vez fue en el torneo de familias contra dos hermanos que fueron campeones luego y el delantero estaba en el 5 y me jugué muchas a la doble pared pero con miedo y solo me entraron 2, perdí facil, y otra vez nos enfrentamos contra un zaguero muy bueno en cuartos de final del open de Rivas, ahi jugamos mas agresivos matando con ganas e hicimos daño al delantero ke era de nuestro nivel, a veces peloteamos con el zaguero pero poco, y llegamos igualados al final, perdiamos 27 a 28 y metimos un mate de 2 mi compañero, pero el arbitro lo vio de un bote y siguió el punto, solo vio eso el arbitro, pero asi fue, y siguió el punto y el zaguero crack de honor nos la metió a la doble pared y nos ganó el partido y no pudo ser, pero lo luchamos y luego encima nos entrevistaron del periodico del barrio, y asi es como hay ke jugar y jugar muchas veces contra gente asi y aprender de los errores del pasado.
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