Estar por las pistas me da mucho juego. No el de la práctica,ya que juego poco. Me refiero a que los jugadores me comentan cosas y dudas. Normalmente esos comentarios que me hacen se corresponden a cosas que en algún momento me han pasado a mí. En este caso el comentario es curioso pero real. Y sirve tanto a delanteros como a zagueros.
Esta vez mantuve la conversación con un zaguero. Me decía que frente a determinados delanteros no sabe qué hacer. No consigue pasarlos y además no les encuentra huecos. Me dijo además que sabía que esos delanteros luego le remataban un montón de bolas y conseguían hacerle muchos tantos de mate.
En efecto, en muchas ocasiones hemos comentado que el delantero debe ser participativo. Debe ayudar, ayudar y presionar. Con esto lo que consigue en muchas ocasiones es meter una presión al zaguero obligándole a entrar en zona de miedo, es decir, hace que el zaguero encoja el brazo y por tanto aún le deje más oportunidades de participar en el juego.
Mi comentario fué que si él no era capaz de llevar la pelota por lo menos hasta el cuatro o cuatro y medio. Claro que hay jugadores que desde ahí pueden hacer daño. Pero esto no suele ser así en una categoría intermedia. Para que un delantero desde esa posición te doblegue tiene que ser de los buenos. El resto, la mayoría, tan sólo llevarán la bola atrás.
Por supuesto, si ese delantero juega muy atrasado, de vez en cuando una doble pared para que se desplace un poco a la derecha. Sin riesgo y con confianza.
Este zaquero está esperando el partido de la semana que viene para ver si mi teoría es verdad. Intenté liberarle de la presión de tener que llevar siempre la pelota hasta el seis o el siete. Si he conseguido explicarme bien, tal vez no se le encoja el brazo y no se le queden tantas bolas cortas. El miedo siempre nos encoje. Hay que evitarlo. Para ello, hay que analizarlo. Piensa en tus miedos. Por cierto, yo los tengo y muchos. Pero el deporte te ayuda a saber afrontarlos. Y no te juegas nada. Aprovéchalo. Cambia un par de letras a la palabra imposible
Afrontar tus miedos es la clave.
ResponderEliminarUn delantero puede hacer mucho daño pero, ¿por qué no pensar en el daño que le podemos hacer a él?. La obsesión es el camino de la derrota y un zaguero debe asumir que los delanteros también juegan, incluso el delantero contrario.
Normalizar que un delantero haga su juego es el camino para superar este miedo (creo yo).
Saludos
¿Claro, lo tenemos claro? ¡Cuantos zagueros evitan que su delantero participe... No saben lo que se pierden. Bueno sí, las partidas que pierden si que lo saben. ¿Será miedo a lo desconocido, a no conocer hasta donde puede dar de sí tu compañero? En fin, podríamos hacer una suma de miedos.
ResponderEliminarUn abrazo